jueves, 11 de marzo de 2010

Biografía de Santiago Díaz López

(Autobiografía).

SANTIAGO CUENTOS.

Nací en Bogotá, por allá en el 70, cuando todavía se llamaba La Atenas Suramericana.

En el colegio, en las clases de inglés de primero de primaria, la profesora nos hacía ilustrar las palabras que nos enseñaba y desde ahí descubrí que me encanta dibujar.

Más tarde, en las clases aburridas me hacía en los puestos de atrás, para hacerle caricaturas a los profesores, para el deleite de mis compañeros.

Química la pasé a punta de dibujos, pues aunque no era bueno para esa materia, me hice con un grupo de pilos para las fórmulas y yo ilustraba los informes de laboratorio, así que siempre sacábamos la máxima nota.

A la par del dibujo me gustaba escribir historias de humor, algunas de las cuales pasé al lenguaje de historietas.
En la Universidad Nacional, con otros 6 locos hicimos una revista de humor que solo fue posible publicar cuando tuvimos el suficiente material de relleno, sobra añadir que los lectores todavía siguen esperando el número dos.
Mi primera exposición fue en la cafetería de la U: nadie habló de los dibujos, pero esa semana se vendieron muchísimos almuerzos.
Para el trabajo de grado realicé 5 historietas tamaño gigante en las que expresaba qué era el Diseño Gráfico para mí. Una de las historietas era invisible, pero afortunadamente el jurado calificador lo tomó con mucho humor. Ahora me arrepiento de no haber tenido la disciplina de guardar los trabajos de aquella época.

Con algunos compañeros hicimos caricaturas en las primeras ferias del libro de Bogotá: recuerdo a una señora que se quedó mirando mi trabajo durante media hora y al final me preguntó:
- ¿Usted es feliz?
En la universidad trataron de convencerme por todos los medios de que en Colombia no se puede vivir de la caricatura y lo lograron el día en que me dieron el diploma de Diseñador Gráfico.
Hice historietas en el periódico La Prensa, de Bogotá, hasta que la sección dejó de salir.
Trabajé durante muchos años ilustrando artículos en el periódico El Tiempo, junto a un gran equipo de diseñadores y periodistas. Allí se trabajaba con rapidez, pues muchos de los dibujos eran solicitados sobre la marcha, mientras el redactor terminaba el artículo. De ahí mi estilo sencillo, con pocas líneas y geométrico.

Periódicamente, realizo ilustraciones para varias editoriales, periódicos y revistas. Trabajé durante muchos años de manera independiente (freelance, que llaman), lo cual tiene sus ventajas, pues uno puede cuadrar su propio horario y su ritmo de trabajo, aunque finalmente todas las ilustraciones son urgentes: "a más tardar para mañana a primera hora".

De las empresas, instituciones y medios para los que he ilustrado, recuerdo con agrado a la gente de Ecopetrol, Sofasa, Viva la ciudadanía, la Prensa, Casa editorial El Tiempo, Maloka, editorial Norma, La Escuela de Caricatura, Bavaria, el Liceo Campo David, La Nacho (Universidad Nacional) y la Sociedad de San Pablo.

Me gustan los juegos de palabras y podría decirse que he podido vivir del cuento. Y del dibujo. Y de la historieta.

Entre las revistas y periódicos que han soportado mis líneas están: Tablero, Somos, Pizarra y tiza, Acme, El Tiempo, Carta Universitaria, El Tambor, Espantapájaros, Caja de Herramientas, Cuento con Bavaria, Pedagogía en escena, periódico ADN, y hasta atrapé lectores en Atrapaletras.

De cuando en cuando realizo talleres en colegios y universidades, donde siempre descubro personas que escriben o dibujan mucho mejor que yo.

Publiqué durante 14 años la historieta Cuentos Dibujados todos los domingos en El Tiempo, en donde también colaboré como ilustrador 19 años.

Actualmente soy asesor de uno de los mejores colegios: el Liceo Campo David de Bogotá, y docente de Educación Artística en el colegio La Merced de Mosquera, Cundinamarca.